Menopausia: Etapa de la vida de la mujer
La mayoría de las mujeres entran en la menopausia con cierto miedo. En las sociedades occidentales esta etapa no es bien recibida aunque, con el aumento de la esperanza de vida, una mujer vivirá alrededor de la tercera parte de su vida después de la menopausia. La información y el conocimiento son claves para vivir con plenitud.
En contraposición a la inquietud con que las mujeres occidentales viven la menopausia, las mujeres de otras sociedades en esta edad merecen un gran reconocimiento social. De hecho, en todo el mundo, los datos indican que la mayoría de las mujeres consiguen su éxito social o profesional más grande en este momento de su vida.
¿Qué es la menopausia y que no es?
La menopausia es:
- El cese definitivo de la función ovárica es decir un déficit repentino de estrógenos.
- Una etapa más en la vida de cualquier mujer.
- El origen de ciertos cambios y de algunos trastornos.
- Las mujeres informadas y con hábitos saludables disfrutarán de una mejor calidad de vida durante esta etapa.
La menopausia no es:
- Una enfermedad.
- No significa vejez. No significa pérdida de feminidad.
- No todas las mujeres sufren los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Un 15% de las mujeres no sufre ninguna molestia.
La menopausia: ¿cómo, cuándo y por qué?
La menopausia es el final de la etapa fértil, la consecuencia del envejecimiento natural de los ovarios y del cese de su función reproductora y hormonal. En este proceso de pérdida de la fertilidad se producen algunos trastornos hormonales que afectan el funcionamiento del cuerpo.
Además de la menopausia natural, que acabamos de describir, también se puede dar la menopausia inducida, causada por la extirpación de los ovarios, por un tratamiento de quimioterapia o radioterapia, enfermedades autoinmunes o bien por un funcionamiento anormal de los ovarios.
La menopausia se considera precoz si se produce antes de los 40 años, y tardía si se produce después de los 57 años.
Descripción de la menopausia
Síntomas a corto plazo
La falta de estrógenos a corto plazo nos lleva a:
Sofocos y sudores
La falta de estrógenos hace que la temperatura corporal aumenta casi 1 grado. Generalmente, la sofocación se inicia en el tórax, sube hasta la cabeza y se distribuye por todo el cuerpo. Una vez producida esta el cuerpo inicia una vuelta a la normalidad y para ello se produce el sudor que es un mecanismo para disminuir la temperatura, los sudores pueden ser tan o más molestos que los sofocos. Entre un 60% y un 80% de las mujeres las padecen. La frecuencia de los sofocos puede ir desde una vez al día hasta una cada media hora. Normalmente, se trata de episodios nocturnos. Su duración suele ser de entre 3 y 6 minutos. Este tipo de episodios se mantiene entre seis meses y dos- 3 años de media. Un 15-20% de estas mujeres pero las tienen toda la vida.
Vértigo
Identificado como mareos y sensación de inestabilidad.
Parestesia
Es una sensación de hormigueo y adormecimiento de las extremidades.
Síntomas psicológicos
Nerviosismo, Ansiedad, Tendencia a la depresión y disminución de la capacidad de concentración
Se suelen asociar a los sofocos.
Las alteraciones que se producen en la mujer durante el climaterio son consecuencia, por un lado, de cambios endocrinos y metabólicos, y por otro, de las características psicológicas personales y de factores sociales.
Síntomas a medio plazo (al cabo de 5 a 10 años de iniciarse la menopausia)
La falta de estrógenos a medio plazo nos lleva a:
Alteraciones urinarias o síndrome urogenital
- Atrofia urogenital: la falta de estrógenos produce una disminución de la lubricación de la vagina y la disminución de los pliegues vaginales por la pérdida de colágeno.
- Incontinencia urinaria: es un trastorno que suele afectar a las mujeres post-menopáusicas, pero no siempre está ligado al déficit de estrógenos. Constituye un problema higiénico, social y psicológico.
Síntomas: incontinencia urinaria, urgencia miccional o también las dos o incontinencia mixta. Infecciones de orina.
Tratamiento: actualmente el tratamiento de base es la fisioterapia basado en mejorar la musculatura del suelo pélvico. El tratamiento con estrógenos locales mejora el trofismo de las mucosas y puede ayudar a disminuir y mejorar la sintomatología.
Alteraciones en la piel
La piel también sufre alteraciones causadas por el déficit de estrógenos, al que se añaden otros factores propios de la edad o externos, tales como la exposición solar.
El paso del tiempo lleva a una disminución del colágeno y del espesor de la piel y esto provoca laxitud, arrugas y pérdida de elasticidad y sensibilidad.
La sexualidad durante la menopausia
La llegada de la menopausia no conlleva el final de la sexualidad. La percepción contraria es equivocada y depende más de factores socioculturales que los propiamente hormonales. Comporta ciertos cambios y puede provocar algunos trastornos. Pero no significa pérdida de feminidad:
- La disminución de la lubricación a veces puede provocar molestias durante el coito.
- La excitación sexual puede ser más lenta y menos intensa.
- Ingerir fármacos, y también algunas enfermedades crónicas, puede reducir el impulso sexual.
- Determinado tipo de intervenciones quirúrgicas y los tratamientos asociados a estas pueden llevar a las mujeres a pensar que han perdido su atractivo.
- Los trastornos psicológicos propios de la menopausia también afectan la respuesta sexual.
- Los actuales cánones de belleza son una presión para las mujeres menopáusicas. Ante el aumento de la esperanza de vida en nuestra sociedad, las mujeres menopáusicas tienen un tercio de su vida antes. Un reto que hay que afrontar y un mito que hay que romper.
Síntomas a largo plazo (más de 10 años de iniciarse la menopausia)
La falta de estrógenos a largo plazo nos lleva a:
Osteoporosi
Una pérdida progresiva de calcio en los huesos. Los estrógenos contribuyen a la regeneración de los huesos, la falta de estrógenos hace que los huesos no se regeneren correctamente. Y el resultado es que durante los primeros años podemos tener hasta una pérdida entre 2-3% anual es decir con 10 años se puede llegar a perder un 25% de la masa ósea total.
Afecta más del 40% de las mujeres menopáusicas y conlleva un riesgo aumentado de sufrir fracturas.
Enfermedades cardiovasculares
Durante la etapa reproductiva, las mujeres viven más protegidas que los hombres frente a las enfermedades cardiovasculares gracias a la acción de los estrógenos sobre el corazón.
- La falta de estrógenos puede conllevar un aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
- Su déficit incrementa la posibilidad de trombosis coronarias debido al cambio en el metabolismo lipídico, que afecta a la coagulación y la fibrinólisis.
- También afecta el cambio de peso que las mujeres experimentan durante esta fase hormonal, ya que una parte importante de grasa se acumula en la zona abdominal.
- Con la falta de estrógenos durante la menopausia, las mujeres se incorporan al grupo de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.
Los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular identificados en las mujeres son:
Edad: más de 55 años, antecedentes familiares, obesidad, tabaquismo, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, estrés, hipoestrogenismo
El diagnóstico
La Menopausia por definición es un año sin regla.
Aparte de esto el diagnóstico será clínico por toda la sintomatología que ya hemos explicado en el apartado anterior y también por los hallazgos en los análisis generales con un aumento de las cifras del colesterol, pero lo más importante es el apartado hormonal, con un aumento importante de las gonadotrofinas y en especial la FSH (folículo estimulante) superior a 40 Ui / lia un déficit de estrógenos con valores <18 pg / ml.
Prevenir para cuidarse durante la menopausia
Durante la menopausia, tendremos que reforzar los hábitos saludables.
- Dieta correcta: variada, rica en calcio y equilibrada en proteínas, sodio, fósforo … que limite el consumo de café, alcohol, grasas e hidratos de carbono.
- Tomar el sol unos 15 minutos al día: los rayos ultra violetas transforma el dehidrocolesterol en vitamina D, que favorece la absorción en el intestino el calcio ingerido en la dieta.
- Ejercicio físico moderado: la inactividad física reduce la formación de masa ósea. Si las mujeres practican algún ejercicio adecuado para su edad y su estado general, conseguirán un mejor equilibrio entre formación y resorción óseas.
- Suprimir el tabaco: el tabaco contribuye a la pérdida de masa ósea.
Tipo de tratamiento
Objetivo: La menopausia NO se debe tratar, pero SÍ que disponemos de tratamientos pera reducir algunos síntomas y mejorar la calidad de vida cuando se ve muy afectada.
Los fitoestrógenos
- ¿Qué son? Los fitoestrógenos son derivados de plantas biológicamente activas, están en muchos alimentos, como las legumbres, las hortalizas y los cereales, e incluyen diferentes derivados químicos: lignanos, isoflavonas y cumestanos.
- ¿Qué beneficios aportan? Ayudan a paliar los síntomas climatéricos y, entre estos, la pérdida de masa ósea. Tienen importantes efectos antioxidantes, antivirales y antiinflamatorios. Las dietas no suelen contener suficiente cantidad de fitoestrógenos, por lo que se deben administrar en suplementos.
El tratamiento hormonal
El déficit de estrógenos es la causa de las alteraciones que algunas mujeres sufren. El tratamiento hormonal (TH) consiste en suministrarles un suplemento de estas hormonas. Con el TH se recuperan los niveles mínimos hormonales que permiten conservar, en el grupo de mujeres con síntomas severos, una buena calidad de vida.
El consenso médico también alerta de algunos riesgos:
- No todas las mujeres pueden recibir tratamientos de TH.
- La prescripción de la dosis debe ser la menor posible.
- La duración del tratamiento debe ser limitada y nunca superior a 5 años (excluyendo los casos de menopausia precoz), ya que puede aumentar el riesgo relativo de padecer cáncer de mama.
Si quieres más información puedes leer nuestro artículo ¿CÓMO CONTROLAR EL PESO EN LA MENOPAUSIA?