Cuando una mujer sufre endometriosis este tejido aparece en zonas que no son habituales, como pueden ser los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos, incluso en raras ocasiones se ha encontrado tejido endometrial en pulmones y hasta en el cerebro. El tejido se asienta en forma de placas que reciben distintos nombres. Se llaman implantes cuando son pequeñas, nódulos cuando son mayores y endometriomas cuando forman quistes en los ovarios.
Los quistes endometriósicos o endometriomas nada tienen que ver con los quistes funcionales que vimos en el anterior artículo. Estos contienen sangre en su interior, lo que les confiere una coloración marrón rojiza oscura y su tamaño puede oscilar desde uno o dos centímetros hasta los diez o los quince.
La causa de la endometriosis es desconocida aunque se están investigando varias posibilidades. Una teoría es que durante la menstruación, parte del tejido menstrual o endometrial en lugar de evacuar en la menstruación, regresa al abdomen a través de las trompas de Falopio por flujo retrógrado. Según esta teoría, el tejido endometrial viable puede llegar a colonizar el ovario respondiendo en cada ciclo de la misma forma que las células endometriales uterinas, es decir, creciendo y eliminándose en cada regla.
Los investigadores también están observando la participación del sistema inmunitario y la manera en que estimula o reacciona a la endometriosis. Está demostrado que las mujeres que tienen esta enfermedad tienen mayores probabilidades que otras mujeres de sufrir trastornos del sistema inmunitario, en los que el cuerpo ataca sus propios tejidos (enfermedades autoinmunes) y que las mujeres con endometriosis tienen también mayores probabilidades de sufrir síndrome de fatiga crónica y síndrome de fibromialgia. También es muy probable que estas mujeres sufran asma, alergias y un trastorno de la piel llamado eczema. Se piensa que un estudio más profundo del sistema inmunitario en la endometriosis, podría revelar información importante para encontrar las causas de esta enfermedad y su tratamiento.
Otros investigadores están observando la endometriosis como una enfermedad del sistema endocrino, ya que parece que los estrógenos fomentan el crecimiento del tejido.
Los síntomas de la endometriosis son también muy variables siendo en un 50% de los casos asintomática y en el otro 50% las adherencias pueden causar:
- Fuertes dolores menstruales (dismenorrea).
- Dolores abdominales fuera del periodo menstrual.
- Dolor con las relaciones sexuales (dispareunia).
- Menstruaciones más abundantes (hipermenorrea).
- Dolor con la defecación (disquecia).
- Problemas de fertilidad.
La intensidad y la frecuencia de estos síntomas son variables y depende de cada caso, además se puede presentar un solo síntoma aislado o varios a la vez. En situaciones más excepcionales, la endometriosis puede incluso afectar a la vejiga de la orina, dando molestias con la micción y pequeñas pérdidas de sangre , y al intestino, en el que puede dar dolores abdominales semejantes a espasmos y diarrea.
Cuando la mujer padece uno o varios de estos síntomas, sobre todo dismenorrea o dolor intenso durante la menstruación, debe consultar a un ginecólogo. El diagnóstico de endometriosis es difícil y para conseguirlo es necesario realizar una o varias pruebas como:
· Exploración ginecológica
· Ecografía ginecológica
· Resonancia magnética nuclear: Hay que realizarla en casos seleccionados.
· Laparoscopia: Es la prueba que puede asegurar con más certeza que se padece endometriosis. La laparoscopia es una cirugía con anestesia general en la que se coloca dentro del abdomen un tubo con luz. El ginecólogo revisa los órganos y puede visualizar cualquier tumor o tejido de endometriosis junto con su ubicación, extensión y tamaño.
· Laparotomía: Es una cirugía mayor en la que se puede observar con más claridad los órganos afectados por los focos de endometriosis activos y blancos. Esta cirugía es beneficiosa debido a que se pueden extraer fácilmente los focos y reparar órganos dañados, tales como en los que se formasen adherencias y fístulas.
Antes de decidir un tratamiento deben considerarse la edad, los síntomas y el deseo de fertilidad. Así, en la adolescencia normalmente la prioridad es solucionar el dolor y en algunos casos puede ser suficiente un tratamiento médico con fármacos, principalmente anticonceptivos hormonales. Sin embargo otras pacientes necesitarán un tratamiento médico y quirúrgico combinado. En pacientes adolescentes, cuando se realiza tratamiento quirúrgico éste debe ser eficaz, pero poco agresivo ya que el objetivo posterior es poder tener hijos más adelante, así se intenta eliminar al máximo la enfermedad conservando todo el tejido sano que sea posible.
Pese a que el tratamiento mejora las posibilidades de conseguir un futuro embarazo en ocasiones la endometriosis puede disminuir la fertilidad de la mujer o incluso afectarla totalmente ya que esta enfermedad afecta a diversos factores, incluida la ovulación, tanto cualitativa como cuantitativamente.
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