El bebé: Desarrollo en la semana 13 de embarazo.
El feto ya tiene entre 6,5 y 7,5 cm de largo y pesa entre 14 y 21 gr. Está en un período en el que su crecimiento va a ser muy rápido, no sólo del cuerpo, sino también de sus órganos gracias a una gran proliferación celular. Este crecimiento durará hasta aproximadamente la semana 25.
La cabeza sigue con una gran desproporción, ya que mide cerca de la mitad de la longitud del cuerpo, pero sus rasgos faciales se van modelando cada vez más. Los ojos, anteriormente muy separados entre sí, se van juntando hacia el centro de la cara. Las orejas van adquiriendo también su forma y se van situando a la altura un poco por debajo de los ojos.
El organismo cada vez es más complejo, su sistema inmunológico empieza ya a funcionar, aunque de momento reconociendo todo lo que es suyo para más tarde poder defenderse de agentes extraños. Durante el embarazo serán los anticuerpos de la madre los que protegerán al bebé de posibles infecciones.
La madre: Cambios en la madre en la semana 13 de embarazo.
La cintura cada vez se irá ensanchando más y es muy posible que tu cuerpo requiera ropa más ancha. Pero, a pesar de eso, el embarazo empieza otra etapa en la que te encontrarás mucho mejor de los síntomas que en semanas previas venías sintiendo, especialmente náuseas, pero también cansancio, mareos, etc.
Las secreciones tales como el sudor, la saliva o el flujo vaginal son mucho más abundantes ahora que antes del embarazo. El sentido del olfato está mucho más desarrollado, e incluso es posible que comiences a secretar un líquido amarillento por el pezón. Es el calostro que ya está empezando a formarse para la alimentación de tu futuro bebé.
El embarazo enlentece los músculos que no controlamos, como son los que hacen mover el estómago, la vejiga, intestinos, etc. Es por esto que el estreñimiento se agrava, puede haber más molestias producidas por gases e incluso digestiones más pesadas. Es importante adelantarse al problema lo antes posible con una dieta equilibrada y rica en fibra.
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