En España se diagnostican unos 22.000 casos al año, lo que representa casi el 30% de todos los tumores del sexo femenino en nuestro país. La mayoría de los casos se diagnostican entre los 35 y los 80 años, con un máximo entre los 45 y los 65. Se estima que el riesgo de padecer cáncer de mama a lo largo de la vida es de, aproximadamente, 1 de cada 8 mujeres.
El tipo más frecuente de cáncer invasor de mama es el llamado carcinoma ductal infiltrante, que es el que se forma en los conductos galactóforos e infiltra la membrana basal a diferencia del carcinoma in situ. El tipo lobulillar es el siguiente tipo más frecuente después del ductal y se forma en los lóbulos.
Los factores de riesgo para desarrollar un cáncer de mama son la edad, la historia heredo-familiar (mutación del gen BRCA1/2 principalmente), menarquia precoz. menopausia tardía, hábitos tóxicos, hábitos alimenticios, paridad
La inspección y la palpación mamaria-axilar son fundamentales para la autoexploración mamaria mensual y también para el clínico. Se debe prestar atención en cambios de color de piel, retracciones o abombamientos cutáneos de la mama o de la axila y secreciones por pezón (particularmente de color rojo).
Existen distintos métodos de diagnóstico para la detección del cáncer de mama. Entre ellos está la mamografía, una prueba que ha demostrado su beneficio en la reducción de la mortalidad en los programas de cribado poblacional, permitiendo diagnosticar estadios más iniciales, permitiendo realizar tratamienos más conservadores y con impacto positivo para la supervivencia de la paciente.
La mamografía permite visualizar la forma y la medida del nódulo, tanto si es palpable o no.
Existe un 10% de lesiones que no suelen en la mamografía y por ello el radiólogo y el clínico indicaran otras pruebas complementarias, como la ecografía mamaria, pruebas invasivas como la punción aspiración con aguja fina (PAAF), la biopsia con aguja gruesa (BAG) i la biopsia intraoperatoria.
En la actualidad se debe de considerar la biología de la célula tumoral para establecer una clasificación del cáncer de mama. En función de la presencia de receptores hormonales en la célula tumoral, así como de la presencia o no de la proteína HER2.
Para poder realizar esta clasificación es necesario llevar a cabo diferentes exploraciones: examen físico, radiografías de tórax, mamografías, tomografía axial computarizada (TAC) de tórax y abdomen, gammagrafía ósea y, eventualmente, resonancia nuclear magnética de alguna zona del organismo, TAC cerebral, ecografías etc….
Los tratamientos del cáncer de mama son la cirugía (mama: conservadora o mastectomía; axila: biopsia selectiva del ganglio centinela o linfadenectomía axilar), la radioterapia, la quimioterapia y la hormonoterapia. La aplicación de estos tratamientos dependerá de los siguientes factores: edad del paciente, estado general, estado hormonal (premenopausia, menopausia), Localización del tumor, Fase o estadio en la que se encuentra la enfermedad (TNM), receptores hormonales del tumor, grado de las células y positividad para algunos factores biológicos (por ejemplo Her2).
La cirugía conservadora siempre se ha de complementar con un tratamiento de radioterapia, con el objetivo de destruir las células tumorales que puedan quedar en la mama. En caso de que la paciente necesite tratamiento adyuvante con quimioterapia, la radioterapia puede ser necesario aplazarla. La mastectomía radical modificada es la más utilizada. En ella se extirpa toda la mama. El índice de concordancia entre el estado real de la axila y la del ganglio centinela se sitúa en torno al 97%. Sin embargo uno de los temas que preocupa en la utilización de esta técnica es la existencia de falsos negativos (dar un resultado negativo cuando en realidad hay afectación axilar), cuya cifra en los grupos con experiencia es inferior al 5%.
ESTADIOS CLÍNICOS. Según la clasificación del TNM T (tamaño tumor), N (ganglios) y M (metástasis), el cáncer de mama se agrupa en las siguientes etapas o estadios:
Estadio 0: son lesiones premalignas. También se denomina carcinoma in situ (Tis). Las células tumorales están localizadas exclusivamente en la pared de los lobulillos o de los conductos galactóforos.
Estadio I (T1, N0, M0): el tamaño del tumor es inferior a dos centímetros. No hay afectación de ganglios linfáticos ni metástasis a distancia.
Estadio II: tumor entre 2 y 5 centímetros, con o sin afectación de ganglios axilares. Se subdivide en estadio IIA (T0,N1, M0 ó T1, N1, M0 ó T2 N0 M0) y en estadio IIB (T2, N1, M0 ó T3, N0, M0)
Estadio III: el tumor afecta a ganglios axilares y/o piel y pared torácica (músculos o costillas). Se subdivide en estadio IIIA (T0-2, N2, M0 ó T3, N1-2, M0), estadio IIIB (T4, N0-2, M0) y estadio IIIC (T0-4, N3, M0).
Estadio IV: el cáncer se ha diseminado, afectando a otros órganos como hueso o hígado (cualquier T, cualquier N, M1).
Esta clasificación en estadios está muy relacionada con el pronóstico de la enfermedad y la supervivencia. Así el porcentaje de supervivencia a los 5 años es del 100% en el estadio I y alrededor del 20% en el estadio IV.
Para más información puedes leer nuestro artículo 3 datos que debes saber si te diagnostican un cáncer de mama