En la cuarta semana de embarazo se produce la implantación del embrión en el útero, además se empieza a hacer la diferenciación de las células embrionarias en capas, que llegarán a desarrollar los diferentes órganos. Así, la capa más interna formará el aparato digestivo y respiratorio, la capa media formará los huesos, la mayoría de los músculos, los cartílagos, los órganos sexuales, los riñones y el sistema circulatorio, y la capa externa será la encargada de desarrollar la piel, el pelo y el sistema nervioso, aunque aún el sistema nervioso central, el corazón, el esqueleto y los músculos están en su estado más temprano de desarrollo.
Al mismo tiempo la placenta, que es el órgano encargado de llevar el oxígeno y los nutrientes de la madre al bebé, también se está empezando a desarrollar, formando la cavidad amniótica y el líquido que recubrirá al bebé los próximos meses.
El embrión tiene el tamaño de un granito de amapola e irá desarrollándose y creciendo a una velocidad vertiginosa en los siguientes días, a razón de 1 milímetro diario aproximadamente.
La madre: Cambios en la madre en la semana 4 de embarazo
Al final de esta semana debería de venir la menstruación, la ausencia de la misma confirmará las sospechas de embarazo. Además de ausencia de regla, se puede sentir más sueño de lo normal, dolor pélvico como si fuese a bajar el período de un momento a otro, el abdomen un poco hinchado… También puedes notar cambios en el pecho: mayor tensión mamaria, así como aumento en su volumen. Algunas gestantes ya manifiestan náuseas matutinas y cansancio al final del día.
En la mayoría de los casos el test de embarazo en esta semana es positivo, incluso antes de comprobar la ausencia de menstruación.
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