Cuanto más pequeños somos cuando estamos en el vientre materno, peor salud tendremos de adultos. El tamaño del feto al principio del embarazo parece que determinará nuestra salud futura: cuanto más pequeño, más riesgo de sufrir problemas cardiovasculares de mayores.

El estudio que se publica en «British Medica Journal» concluye que un crecimiento lento durante los tres primeros meses del embarazo se asocia con una serie de factores de riesgo cardiovascular en la infancia. Los resultados se suman a otros que evidencian, y sugieren, que el primer trimestre de embarazo puede ser un período crítico para la salud cardiovascular en la edad adulta.

El primer trimestre incluye la «fase embrionaria» (un período de rápido desarrollo durante el cual el corazón y otros órganos importantes comienzan a formarse). Debido a que se considera un momento «clave», un equipo de investigadores del Erasmus University Medical Center, en Países Bajos, decidió examinar si un pobre crecimiento durante dicho período se asociaba con un mayor riesgo cardiovascular durante la infancia.

En el estudio participaron 1.184 niños de los que se había obtenido datos sobre la longitud corona-cóccix durante el primer trimestre (una medida utilizada para estimar la edad del feto). Además se tuvieron en cuenta otros factores: edad materna, la etnia, la educación, el tabaquismo, el índice de masa corporal y la presión arterial .

Cuando cumplieron los seis años de edad se analizaron determindos factores factores de riesgo cardiovascular en los niños: índice de masa corporal, distribución de la grasa corporal, presión arterial, niveles de colesterol y concentraciones de insulina.