El bebé: Desarrollo en la semana 25 de embarazo.

Tu bebé ya está acercándose al kilo pesando aproximadamente unos 800 gr, y midiendo desde la cabeza hasta las nalgas 22 cm aproximadamente.

Los párpados ya se empiezan a abrir y cerrar y ya tienen pestañas. El color de los ojos no se termina de desarrollar hasta semanas después de nacer, ya que algunos pigmentos necesitan luz para acabar de formarse. Se ha pensado siempre que el color de los ojos estaba determinado por un solo gen y que bastaba con ver el color de los ojos de los progenitores para saber el color de los ojos del bebé, pero nuevas investigaciones han demostrado que son varios genes los implicados, por lo que no es tan sencillo de determinar.

El sentido que más se desarrolla en esta semana es el oído. El bebé percibirá los ruidos que él mismo produce al moverse por el líquido amniótico, los murmullos de tu cuerpo, incluso las ondas ultrasónicas de las ecografías, ya que las ondas sonoras viajan más rápido por el líquido amniótico que por el aire.

Como el bebé está muy activo es posible que en algún momento se coloque con la cabeza hacia abajo. Esto no quiere decir que se vaya a mantener así hasta el momento del parto, pues aún es muy pequeño y tiene espacio de sobra para moverse y cambiar de posición varias veces al día.

La madre: Cambios en la madre en la semana 25 de embarazo.

Tu embarazo cada vez es más evidente, cuanto más crezca la tripa más comprimidos estarán el resto de órganos, por lo que puedes empezar a notar reflujo gástrico, sensación de ardor, gases o flatulencias, estas últimas debidas no sólo a la compresión del útero sobre las asas intestinales, también son causa del enlentecimiento del vaciado intestinal por la progesterona.

Se aconsejar para minimizar estas molestias evitar todas las bebidas gaseosas, descansar después de cada comida en posición semisentada, e intenta cenar un par de horas antes de acostarte. Si aún así no notas mejoría, consúltalo con tu especialista.