El bebé: Desarrollo en la semana 31 de embarazo.

Si aún no se ha colocado con la cabeza hacia abajo es muy posible que lo haga esta semana, y posiblemente ya no pueda modificar la postura, pues el útero cada vez es más pequeño para él y se va viendo más limitado en sus movimientos. A estas alturas sus medidas están cerca de los 40 cm de longitud y un peso de 1.700 gr.

Su aparato respiratorio, que es el último sistema en desarrollarse, ya está prácticamente formado. Los alveolos están a punto de finalizar su proceso de maduración y la capacidad del pulmón para intercambiar oxígeno ya es casi completa.

El sistema que no descansa es el urinario, pues el riñón del feto es capaz de realizar el filtrado de la sangre y eliminar el resultado a través de la orina que acaba formando parte del líquido amniótico. Aproximadamente produce medio litro de orina diaria.

La madre: Cambios en la madre en la semana 31 de embarazo.

Dentro de la preparación de tu cuerpo para el momento del parto, también se producen cambios en el pecho para preparar el alimento de tu bebé. En estos momentos puedes secretar calostro a través del pezón. En el caso de que estas secreciones sean abundantes, usa discos absorbentes en el sostén para evitar manchar la ropa.

El aumento de presión del útero y del feto en la zona pélvica produce un enlentecimiento de la sangre a este nivel, y es posible que notes la vulva más hinchada. Esto, en principio, no representa ningún problema, pero en algunos casos puede ir acompañado de varices que si pueden resultar más molestas, si ese es tu caso, te recomendamos tomar baños de asiento de agua fría y sal gorda para aliviar los síntomas.