El bebé: Desarrollo en la semana 8 de embarazo.

En la octava semana de embarazo el bebé ha doblado su tamaño alcanzando una longitud de entre 1,4 y 2 centímetros. El feto ya tiene párpados, labio superior y la nariz y las orejas se están empezando a formar.

El cuerpo se está alargando, pueden reconocerse lo que serán brazos y piernas, y es posible ver el esqueleto a través de su piel, que es translúcida.

En su aún pequeño corazón se diferencian las válvulas aórtica y pulmonar. El árbol bronquial se divide en múltiples bronquiolos, engrosándose el tronco principal.

Es en esta semana cuando la placenta asume la función de alimentar al bebé. Éste será a partir de ahora su sistema de alimentación durante todo el embarazo. Recibirá comida, oxígeno y agua. Pero también otras sustancias nocivas que como mamá ingieras. Ten cuidado con determinados medicamentos, la nicotina o el alcohol.

La madre: Cambios en la madre en la semana 8 de embarazo.

El crecimiento del bebé en esta semana afecta notoriamente al útero. La madre notará ciertas molestias ya que el útero ha aumentado considerablemente su tamaño, sin embargo, aún es pronto para notar un aumento en el abdomen y en la cintura, sobre todo si es el primer embarazo.

Algunas mujeres describen estas molestias o dolores como leves contracciones o dolores menstruales.

Si la embarazada visita al ginecólogo en esta semana ya puede realizarse la ecografía por vía abdominal, aunque depende mucho del aparato del que se disponga. Siempre es importante llevar la vejiga llena de orina para facilitar la visión del útero con la vesícula gestacional en su interior en estas primeras semanas de embarazo.