La ovodonación, o la donación de óvulos, se lleva a cabo igual que una fecundación in vitro, sólo que los óvulos son de una donante y el espermatozoide de la pareja masculina de la mujer receptora, o de un donante, según el caso. Los embriones resultantes de esa unión son implantados en la mujer receptora, llevando a cabo un embarazo totalmente normal.
Está especialmente indicado para:
- Mujeres de edad avanzada
- Mujeres con fallo ovárico por menopausia, fallo ovárico precoz o cirugía ovárica.
- Mujeres que no puedes usar sus propios ovocitos por mala calidad o por enfermedades hereditarias.
- Abortos de repetición
- Alteraciones cromosómicas en la mujer o en los embriones, etc.
La pareja que recurre a esta técnica, rellena un completo formulario para definir su fenotipo, que incluye la raza, el color de ojos, el de pelo,… con el fin de que la donante sea lo más parecida posible a alguno de los padres, no sólo a la madre como se suele pensar.
Una vez que se ha encontrado a la donante idónea, se comienza el proceso de la ovodonación. Al igual que en la Fecundación In Vitro, se administra un tratamiento de estimulación ovárica, para obtener un número elevado de ovocitos, controlando cuidadosamente su estado de maduración. Una vez han conseguido el estado ideal de maduración, se interna a la donante para extraerlos, y llevarlos a un laboratorio donde serán fecundados con el espermatozoide.
Existen dos formas de llevar a cabo la ovodonación: La primera es hacer coincidir el ciclo natural de la receptora con el de la donante, así, en el momento justo de la ovulación, la receptora recibe los embriones fecundados en el laboratorio, extraídos de la donante de tres a cinco días antes de la implantación. Sin embargo, es fácil que existan ciertos problemas de sincronización por lo que se puede llevar a cabo lo que se llama un ciclo de tratamiento sustitutivo, que consiste en un tratamiento hormonal que se puede ajustar a cualquier cambio que haya en el ciclo de la mujer que ofrece sus óvulos. Lo que se pretende conseguir con esta medicación, es que la mujer desarrolle el endometrio como lo desarrollaría si se quedara embarazada de forma natural.
Lo habitual es que los ovocitos que se utilicen en la primera implantación sean frescos, siendo el resto vitrificados para más tarde ser utilizados, con la misma eficacia que los frescos.
Aunque es un tratamiento que suele tener muy buenos resultados, es preferible esperar siempre los quince días de rigor para saber si se ha conseguido el embarazo o no.
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