¿Qué es Gardnerella Vaginalis? Es la infección vaginal más frecuente en todo el mundo, constituyendo un verdadero problema de salud pública debido a sus complicaciones ginecológicas y obstétricas. Aunque afecta a millones de mujeres, resulta sorprendente que aproximadamente el 50% de las pacientes no presentan síntomas evidentes. De hecho, se estima que entre el 10% y el 30% de las mujeres en edad reproductiva experimentarán una infección por gardnerella vaginalis en algún momento de sus vidas.

En esta guía completa, analizaremos a fondo los gardnerella síntomas que deben alertarnos, exploraremos cómo se contrae gardnerella desmitificando creencias erróneas, y presentaremos tanto opciones médicas convencionales como gardnerella tratamiento natural para combatirla efectivamente. Un dato preocupante es que hasta un 50% de las mujeres tratadas experimentan recaídas en los 6 meses posteriores, por esta razón es fundamental conocer bien esta condición. Además, aunque se transmite principalmente por actividad sexual, existen otros factores que pueden desencadenar un desequilibrio en la flora vaginal, donde las bacterias beneficiosas son superadas por bacterias como la Gardnerella vaginalis.

Comprendiendo Gardnerella vaginalis desde lo básico

Gardnerella vaginalis es un bacilo anaerobio facultativo que forma parte del complejo ecosistema vaginal. Este microorganismo, anteriormente conocido como Haemophilus vaginalis o Corynebacterium vaginale, tiene características únicas que lo distinguen de otras bacterias presentes en la flora vaginal. Para comprender mejor su papel en nuestra salud, es fundamental conocer sus aspectos básicos.

¿Qué es y dónde se encuentra?

Gardnerella vaginalis es una bacteria inmóvil, sin endosporas y no encapsulada que habita naturalmente en la vagina humana. Aunque principalmente se localiza en los genitales femeninos, también puede encontrarse en enfermas y en portadoras sanas. Su presencia no siempre es problemática; de hecho, forma parte del ecosistema microbiano vaginal junto con otras bacterias beneficiosas y potencialmente patógenas.

Este microorganismo tiene la peculiaridad de poder presentarse en dos formas diferentes dentro de la vagina:

  • Una forma dispersa (en el líquido vaginal)10⁶-10⁸ células por gramo
  • Una forma cohesiva o biocapa (con 10¹⁰-10¹¹ células por gramo) considerada infectiva o transmisible

Esta capacidad para formar biocapas o biopelículas adheridas a las paredes vaginales constituye una de sus características más distintivas  y está relacionada con su potencial patogénico.

¿Siempre causa infección?

No, la mera presencia de Gardnerella vaginalis no siempre desencadena una infección. De hecho, esta bacteria puede vivir en la vagina sin causar ningún tipo de síntoma. Lo que determina su potencial patogénico es su proliferación excesiva, que ocurre cuando hay un desequilibrio en el microbiota vaginal.

Cuando este desequilibrio sucede, se produce una condición conocida como vaginosis bacteriana (VB), caracterizada por:

  • Disminución de bacterias beneficiosas como Lactobacillus
  • Sobrecrecimiento de Gardnerella vaginalis y otras bacterias anaerobias
  • Alteración del pH vaginal, haciéndolo menos ácido.

Es importante destacar que con vaginosis bacteriana no presentan síntomas evidentes aproximadamente el 50% de las mujeres, lo que complica su diagnóstico y tratamiento oportuno.

Diferencias con otras bacterias vaginales

A diferencia de otras infecciones como la candidiasis o tricomoniasis, la Gardnerella no produce signos de inflamación en la mucosa vaginal ni migración linfocitaria. Por esta razón, se clasifica como «vaginosis» y no como «vaginitis», término que refleja la ausencia de respuesta inflamatoria típica.

Gardnerella vaginalis se distingue de otras bacterias vaginales por:

  1. Su preferencia por ambientes con pH vaginal elevado, mientras que otros microorganismos como los hongos del género Cándida prosperan en ambientes más ácidos.
  2. Su capacidad para formar biofilms polimicrobianos que se adhieren al epitelio vaginal , donde Gardnerella es la especie predominante y más virulenta.
  3. La producción de trietilamina, responsable del característico olor a pescado descompuesto y amoníaco, especialmente notable después de las relaciones sexuales debido a la volatilización de aminas cuando aumenta el pH.
  4. Su asociación con desequilibrios crónicos de la flora vaginal, mientras que bacterias como Escherichia coli o Streptococcus provocan infecciones más aguda.

A pesar de que los lactobacilos (como los bacilos de Döderlein) son esenciales para mantener el equilibrio vaginal saludable gracias a su producción de ácido láctico y peróxido de hidrógeno, cuando este equilibrio se altera, la Gardnerella puede volverse dominante y provocar problemas de salud que van más allá de los síntomas locales.

Gardnerella síntomas: cómo reconocer la infección

Reconocer los síntomas de una infección por Gardnerella vaginalis resulta fundamental para buscar tratamiento a tiempo. Aunque muchas personas con esta condición no presentan signos evidentes, cuando aparecen, suelen ser bastante característicos y molestos.

Flujo con mal olor

El síntoma más distintivo de la vaginosis bacteriana por Gardnerella es la presencia de un flujo vaginal con un olor muy característico. Este flujo suele ser:

  • De color amarillo-verdoso o grisáceo, también puede ser blanco
  • De consistencia fina, poco espesa y a veces abundante.
  • Con un fuerte y desagradable , especialmente después del coito y durante los períodos menstruales olor a pescado.

Este olor tan particular se debe a la producción de trimetilamina y se intensifica cuando el flujo se vuelve más alcalino, como ocurre tras las relaciones sexuales o durante la menstruación. La manifestación clínica más frecuente es precisamente este flujo vaginal blanquecino o grisáceo con el característico «olor a pescado podrido».

Si notas un olor vaginal muy fuerte, particularmente después de tu período menstrual, podría ser indicativo de esta infección. Además, algunas mujeres reportan un flujo grumoso o acuoso con este olor fétido característico. Sin embargo, si presentas estos síntomas, no dudes en consultar a tu ginecóloga para un diagnóstico preciso.

Picazón, ardor y molestias

Aunque el flujo y el olor son los síntomas principales, la Gardnerella también puede provocar otras molestias como:

  • Picazón vaginal
  • Ardor al orinar.
  • Dolor durante las relaciones sexuales .

Es importante señalar que, a diferencia de otras infecciones vaginales, con la vaginosis bacteriana por Gardnerella no es frecuente la presencia de prurito, enrojecimiento e hinchazón. De hecho, muchas mujeres no experimentan irritación ni incomodidad.

Síntomas en hombres

Aunque Gardnerella vaginalis se asocia principalmente con infecciones en mujeres, también puede afectar a los hombres. Lo más destacable es que en ellos suele pasar desapercibida.

En muchos hombres es más común que la infección por Gardnerella vaginalis no provoque ningún síntoma, por lo que puede que no sea necesario tratamiento. No obstante, la bacteria puede alojarse en el canal de la uretra y, en algunos casos, producir prostatitis aguda o crónica.

Cuando los hombres presentan síntomas, estos pueden incluir:

  • Inflamación de la uretra, prepucio o glande
  • Ardor al orinar
  • Prurito en el pene
  • Secreción uretral de color amarillo

Un estudio reveló que entre un  presentan Gardnerella vaginalis como parte de su flora urogenital y anorrectal 7-11% de los varones, lo que explica por qué algunos hombres pueden ser portadores asintomáticos. Además, aunque raras, se han descrito infecciones urinarias por esta bacteria en varones, generalmente asociadas a factores de riesgo.

Si sospechas tener síntomas relacionados con Gardnerella, tanto hombres como mujeres deberían buscar atención médica para recibir un diagnóstico adecuado y tratamiento oportuno, pues esta infección puede tener complicaciones si no se trata a tiempo.

Gardnerella como se contrae: mitos y realidades

Existen numerosos mitos sobre cómo se contrae la gardnerella. Aunque muchos piensan que es exclusivamente una infección de transmisión sexual, la realidad es más compleja. Veamos los factores que realmente influyen en su aparición.

Relaciones sexuales y transmisión

Aunque la gardnerella no se considera estrictamente una infección de transmisión sexual, existe una clara relación con la actividad sexual. Las mujeres que tienen dos o más parejas sexuales presentan 2 veces más probabilidad de desarrollar vaginosis bacteriana en comparación con quienes mantienen una sola pareja. Este riesgo aumenta a 3,5 veces cuando se reportan múltiples parejas durante el mes anterior.

El inicio temprano de la vida sexual también incrementa la probabilidad de contraer gardnerella en un 40%. Sin embargo, resulta importante destacar que las personas que nunca han tenido relaciones sexuales también pueden desarrollarla, aunque es menos frecuente.

Durante el acto sexual sin protección, el semen, con su pH alcalino, neutraliza temporalmente la acidez vaginal protectora, creando un ambiente favorable para el crecimiento de la Gardnerella vaginalis. Por esta razón, el uso consistente de preservativos actúa como factor protector, reduciendo el riesgo en aproximadamente un 50%.

Duchas vaginales y DIU

Las duchas vaginales representan uno de los principales factores de riesgo para desarrollar gardnerella. Las mujeres que practican esta higiene tienen 2,28 veces más probabilidad de padecer vaginosis bacteriana . Esto se debe a que las duchas alteran el equilibrio natural de la flora vaginal, eliminando tanto bacterias beneficiosas como perjudiciales.

Por otra parte, el uso de dispositivos intrauterinos (DIU) también está asociado con un mayor riesgo de desarrollar esta infección. Específicamente, las mujeres que utilizan DIU de cobre presentan un 28% más de riesgo de vaginosis bacteriana en comparación con quienes no usan métodos anticonceptivos. Esto podría explicarse porque el DIU de cobre causa un flujo menstrual más abundante, lo que puede suprimir temporalmente las bacterias beneficiosas y favorecer el crecimiento de patógenos.

Cambios hormonales y estrés

Las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual, embarazo o menopausia afectan significativamente la composición de la flora vaginal. Durante la ovulación, por ejemplo, el pH vaginal puede elevarse hasta valores alcalinos (7-14), creando condiciones favorables para el crecimiento de gardnerella.

El estrés representa otro factor determinante, a menudo subestimado. Cuando experimentamos estrés crónico, nuestro cuerpo produce mayores cantidades de cortisol, hormona que puede debilitar el sistema inmunológico y alterar negativamente la microbiota vaginal. Este desequilibrio hormonal predispone a infecciones vaginales al modificar el pH del ambiente donde habita la flora vaginal.

Un dato interesante es que durante el embarazo, la prevalencia de vaginosis bacteriana tiende a disminuir conforme avanza la gestación, posiblemente debido a los cambios hormonales propios de este estado.

Opciones de tratamiento: de lo médico a lo natural

Tratar adecuadamente la infección por Gardnerella es fundamental para evitar complicaciones y recaídas. Afortunadamente, existen diversas opciones terapéuticas que van desde los antibióticos convencionales hasta alternativas más naturales.

Metronidazol y clindamicina

Los antibióticos son la primera línea de tratamiento contra la gardnerella. El metronidazol puede  en 4 semanas curar entre el 60-70% de los casos. Se administra de varias formas:

  • Vía oral: 400-500 mg dos veces al día durante 5-7 días
  • Gel vaginal al 0,75% durante 5 días
  • Dosis única de 2 gramos

La clindamicina es una alternativa eficaz, especialmente para quienes no toleran el metronidazol. Se aplica como crema vaginal al 2% durante 7 días y muestra una tasa de recurrencia menor en el tratamiento de Gardnerella vaginalis. Durante el uso de estos medicamentos, es importante evitar el alcohol, particularmente con metronidazol, ya que puede provocar náuseas y malestar estomacal.

Óvulos vaginales

Los óvulos vaginales ofrecen una administración local que reduce los efectos secundarios sistémicos. Un ejemplo es Dalacin (clindamicina), que se administra intravaginalmente una vez al día durante 3 días consecutivos. Este formato es preferido durante el embarazo porque minimiza la exposición sistémica al medicamento.

Importante: No se recomienda mantener relaciones sexuales durante el tratamiento con óvulos, y los preservativos pueden debilitarse hasta 72 horas después de la aplicación.

Gardnerella tratamiento natural con probióticos

Los probióticos constituyen una opción complementaria prometedora. Definidos por la OMS como «microorganismos vivos que administrados en cantidad adecuada aportan beneficio a la salud del huésped», resultan especialmente útiles para:

  • Restaurar la microflora vaginal alterada
  • Prevenir recurrencias después del tratamiento antibiótico
  • Crear una barrera protectora contra futuras infecciones

El Lactobacillus plantarum destaca por su alta capacidad de adhesión a la mucosa vaginal. Los probióticos pueden administrarse por vía oral o vaginal, siendo los tópicos más rápidos y requiriendo tratamientos más cortos. Sin embargo, según la Clínica Mayo, «los probióticos  para la vaginosis bacteriana» no se recomiendan como opción de tratamiento, lo que indica que aún se necesita más investigación.

¿Debe tratarse la pareja?

Esta cuestión ha generado debate. Normalmente, «el tratamiento no es necesario para una pareja sexual cuyo sexo es masculino». Diversos estudios científicos, incluyendo siete ensayos controlados aleatorios con 1026 participantes, concluyeron que «el tratamiento con antibióticos para las parejas sexuales de las mujeres con vaginosis bacteriana, en comparación con el placebo, no aumenta la tasa de mejoría clínica o sintomática».

No obstante, en algunos casos específicos, especialmente con infecciones recurrentes, algunos profesionales consideran tratar a la pareja para evitar la reinfección. Un estudio encontró que el tratamiento antimicrobiano de la pareja masculina combinado con antimicrobianos para la mujer redujo la recurrencia a las 12 semanas en comparación con tratar solo a la mujer (35% frente a 63%).

Complicaciones si no se trata a tiempo

Dejar una infección por Gardnerella sin tratamiento puede desencadenar serias complicaciones para la salud. Estas consecuencias van mucho más allá de las molestias iniciales y pueden afectar aspectos fundamentales de tu bienestar a largo plazo.

Riesgo de infertilidad

La vaginosis bacteriana por Gardnerella puede causar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), una condición que dificulta significativamente la concepción. Esta bacteria tiene la capacidad de provocar endometritis y obstrucción de las trompas de Falopio, lo que se asocia directamente con infertilidad de origen tubárico. De hecho, las infecciones cervicovaginales como la causada por Gardnerella representan una de las principales causas de esterilidad femenina. Para mantener óptima tu salud reproductiva, no dudes en consultar a tu ginecóloga ante cualquier síntoma sospechoso.

Problemas en el embarazo

Durante el embarazo, las complicaciones se vuelven particularmente preocupantes. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estiman que aproximadamente 1 millón de embarazadas contraen vaginosis bacteriana anualmente. Las mujeres gestantes con esta infección enfrentan mayor riesgo de:

  • Parto prematuro (antes de las 37 semanas)
  • Bebés con bajo peso al nacer (menos de 5.5 libras)
  • Ruptura prematura de membranas
  • Aborto espontáneo

Infecciones urinarias recurrentes

Sorprendentemente, la Gardnerella también juega un papel importante en las infecciones urinarias recurrentes. Aproximadamente la mitad de todas las mujeres experimentarán infecciones del tracto urinario (ITU) durante su vida y, a pesar del tratamiento, alrededor del 25% desarrollará infecciones recurrentes dentro de los seis meses siguientes. Estudios recientes han revelado que la Gardnerella vaginalis actúa como desencadenante al dañar la superficie de la vejiga, provocando que la bacteria E. coli se multiplique rápidamente. Este descubrimiento explica por qué muchas mujeres sufren episodios repetidos de cistitis tras haber superado aparentemente la infección inicial.

Conclusión

Gardnerella vaginalis representa una condición médica significativa que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Aunque aproximadamente la mitad de los casos transcurren sin síntomas evidentes, esto no disminuye su importancia. Evidentemente, el conocimiento sobre esta infección resulta fundamental para identificarla y tratarla oportunamente.

La presencia de flujo vaginal grisáceo con olor característico a pescado constituye la señal más clara de esta condición. Sin embargo, debemos recordar que Gardnerella no es estrictamente una infección de transmisión sexual, sino el resultado de un desequilibrio en la flora vaginal que puede desencadenarse por múltiples factores.

Duchas vaginales, dispositivos intrauterinos, cambios hormonales y estrés figuran entre los principales desencadenantes que alteran el ecosistema vaginal. Además, las prácticas sexuales sin protección aumentan considerablemente el riesgo de desarrollar esta condición.

El tratamiento oportuno mediante antibióticos como metronidazol o clindamicina resuelve la mayoría de los casos. Por esta razón, ante la aparición de síntomas sospechosos, consultar rápidamente con un profesional sanitario evitará complicaciones serias como problemas de fertilidad, complicaciones durante el embarazo o infecciones urinarias recurrentes.

Los probióticos constituyen una opción complementaria prometedora para restaurar el equilibrio de la flora vaginal, especialmente después del tratamiento antibiótico. Así pues, un enfoque integral que combine tratamiento médico convencional con medidas preventivas ofrece los mejores resultados a largo plazo.

Finalmente, mantener hábitos saludables, evitar duchas vaginales innecesarias y usar preservativos durante las relaciones sexuales ayudará significativamente a prevenir futuras infecciones. La gardnerella, aunque común, puede manejarse efectivamente cuando actuamos con conocimiento y prontitud.

Key Takeaways

Esta guía completa sobre Gardnerella vaginalis te proporciona información esencial para reconocer, tratar y prevenir esta infección vaginal común que afecta a millones de mujeres mundialmente.

  • Gardnerella vaginalis es una bacteria natural de la vagina que causa problemas solo cuando se desequilibra la flora vaginal, no siempre produce síntomas evidentes
  • El síntoma más característico es flujo vaginal grisáceo con fuerte olor a pescado, especialmente después de relaciones sexuales o menstruación
  • No es exclusivamente de transmisión sexual: duchas vaginales, DIU, cambios hormonales y estrés también pueden desencadenar la infección
  • El tratamiento con antibióticos (metronidazol o clindamicina) cura 60-70% de casos, complementado con probióticos para restaurar la flora vaginal
  • Sin tratamiento oportuno puede causar infertilidad, complicaciones en el embarazo como parto prematuro, e infecciones urinarias recurrentes

La prevención mediante hábitos saludables, evitar duchas vaginales y usar preservativos reduce significativamente el riesgo. Ante cualquier síntoma sospechoso, consultar inmediatamente con un profesional sanitario garantiza un tratamiento efectivo y previene complicaciones graves a largo plazo.

FAQs

Q1. ¿Cuáles son los síntomas más comunes de la infección por Gardnerella vaginalis? Los síntomas más característicos incluyen un flujo vaginal grisáceo o blanquecino con un fuerte olor a pescado, especialmente notable después de las relaciones sexuales o durante la menstruación. Algunas mujeres también pueden experimentar picazón, ardor o molestias vaginales.

Q2. ¿Cómo se trata eficazmente la infección por Gardnerella? El tratamiento más efectivo suele ser la administración de antibióticos como metronidazol o clindamicina, ya sea por vía oral o tópica. El tratamiento típico dura alrededor de 7 días. Los probióticos también pueden ser útiles para restaurar el equilibrio de la flora vaginal después del tratamiento antibiótico.

Q3. ¿Es la Gardnerella una infección de transmisión sexual? Aunque la actividad sexual puede aumentar el riesgo de contraer Gardnerella, no se considera estrictamente una infección de transmisión sexual. Otros factores como las duchas vaginales, el uso de DIU, los cambios hormonales y el estrés también pueden desencadenar un desequilibrio en la flora vaginal que favorezca el crecimiento excesivo de esta bacteria.

Q4. ¿Qué complicaciones pueden surgir si la Gardnerella no se trata a tiempo? Si no se trata, la infección por Gardnerella puede llevar a complicaciones serias como problemas de fertilidad, mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer en embarazadas, y un aumento en la susceptibilidad a infecciones urinarias recurrentes.

Q5. ¿Cómo se puede prevenir la infección por Gardnerella? La prevención incluye mantener una buena higiene íntima sin usar duchas vaginales, usar preservativos durante las relaciones sexuales, evitar el estrés excesivo y mantener un equilibrio hormonal saludable. También es importante consultar al médico ante cualquier síntoma sospechoso para recibir un tratamiento oportuno.