El bebé: Desarrollo en la semana 9 de embarazo.

Básicamente ya se ha completado la formación de todos los sistemas, aunque todavía quedará un largo camino para que el bebé esté preparado para vivir fuera del útero.

Aunque su tamaño no supera el de una uva, su forma es mucho más parecida a la de un ser humano teniendo todas las estructuras:

Aparecen sus minúsculas manos con los dedos y las muñecas, situadas a la altura del corazón. Es en este momento cuando se forman las huellas digitales.

Las piernas se alargan apareciendo también sus pies con todos sus dedos.

Su corazón se habrá dividido ya en las cuatro cavidades y las válvulas han comenzado a formarse.

La cabeza es mucho más grande en proporción con el resto del cuerpo, pero cada vez estará más erecta y con forma redondeada.

En la cara tiene ya todas las estructuras. Los párpados, que cubren parcialmente los ojos estando fusionados durante algunas semanas más, los pabellones auriculares, la nariz y los labios, que también están formados e incluso se aprecia cómo abre y cierra la boca.

Se observa también una protuberancia llamada tubérculo genital, que más tarde dará lugar a los genitales, masculinos o femeninos, según el caso. Aún no será apreciable el sexo del bebé.

Si pudiésemos ver al bebé en esta semana su piel es completamente translúcida y se puede ver todo el esqueleto a través de ella. En realidad los huesos ya tienen su forma definitiva y, aunque no tienen casi calcio, pues están formados por cartílago, están preparados para empezar a crecer.  También el bebé  empezará a moverse con frecuencia, aunque son movimientos involuntarios, pues los músculos todavía tardarán en estar conectados con el cerebro.

La madre: Cambios en la madre en la semana 9 de embarazo.

Es muy posible que aún no se aprecie físicamente el embarazo, salvo tu, que lo notarás en los cambios de actitud, en tu físico, y en las molestias típicas que suele sufrir cualquier embarazada en los primeros meses de embarazo, como la acidez, los gases, las náuseas, etc. Dependiendo de cada mujer se notará unos síntomas u otros. Lo que sí es más generalizado es sentir dolor pélvico y ligeras contracciones, ya que el útero está creciendo, así como un ensanchamiento ó un aumento de la cintura.

También empieza a aumentar el volumen sanguíneo, tu cuerpo se está adaptando para poder tener más sangre en circulación, para ello la tensión arterial se reduce para que el corazón mueva más sangre sin esforzarse. Esto se produce con el fin de cubrir las demandas del bebé. Es importante que recuerdes este dato y evites situaciones que aumenten el riesgo de mareos, como estar de pie mucho rato, ponerse de pie bruscamente, etc.

Aunque, como hemos dicho antes, el bebé empiece a realizar movimientos involuntarios, aún serán imperceptibles para ti