¿Qué es el ácido fólico?

Se trata de una vitamina hidrosoluble, también conocida como vitamina B9, descubierta en los años 40.

Su papel es fundamental en el inicio de la vida, especialmente desde antes de la concepción y durante la primera etapa del embarazo,  pues es esencial para el desarrollo del ADN y para sintetizar el ARN (ácido ribonucleico) necesario para formar las proteínas y los tejidos del cuerpo.

También es indispensable tanto en el desarrollo y crecimiento celular como en la formación de tejidos. Se absorbe en el intestino delgado y luego se distribuye a través de la circulación sanguínea y se almacena en el hígado. Es necesario ingerirlo diariamente.

Muchos estudios han demostrado que las mujeres que toman ácido fólico antes del embarazo, manteniendo los 400 microgramos, al menos, durante la primera etapa del embarazo tienen hasta un 70% menos de riesgo de que su bebé nazca con defectos graves del tubo neural. Los defectos más comunes son:

·         espina bífida, fusión incompleta de la médula espinal y la columna vertebral

·         anencefalia, subdesarrollo grave del cerebro

·         encefalocele, desarrollo de una protuberancia de tejido cerebral hacia la piel causado por una abertura anormal en el cráneo

¿En qué alimentos podemos encontrar ácido fólico?

Aparte de suplementos vitamínicos que habitualmente se receta a las gestantes, disponemos de gran variedad de alimentos que son fuentes naturales de ácido fólico, entre los que encontramos:

·         Vegetales de hojas verdes como la espinaca, la lechuga o las acelgas.

·         Hortalizas como el espárrago (fresco, no enlatado), el tomate, o la remolacha roja.

·         Frutas como la naranja, el aguacate, las fresas, el pomelo o el plátano (también rico en potasio).

·         Legumbres como los guisantes, las alubias o judías (no enlatados).

·         Cereales 

·         Frutos secos, especialmente las avellanas y las nueces.

Además del ácido fólico, estos alimentos aportan diversos nutrientes, vitaminas y minerales esenciales, además de todos los beneficios de la fibra, por lo que no hay excusa para no incluirlos en nuestra dieta.