La dieta influye mucho en la fertilidad, por lo que es preciso tener un menú diario equilibrado que contenga alimentos de todos los grupos alimenticios, evitando así la carencia de vitaminas necesarias para el desarrollo del bebé.

Entre estos alimentos es preciso que haya:

  • Antioxidantes: Vitaminas A, C y E, el selenio, el zinc, el manganeso, o el cobre, actúan como antioxidantes protegiendo a las células de los radicales libres. Éstos atacan a las células perjudicando el ADN y las mitocondrias, que son las encargadas de transformar los alimentos en energía. Aunque nuestro propio metabolismo crea estos radicales libres, lo cierto es que la mayor parte de ellos son agentes externos producidos por el tabaco, el alcohol, la contaminación ambiental, etc. En pequeñas cantidades y equilibrados no tienen por qué resultar un problema, pero si la exposición a toxinas es habitual y la alimentación no es la adecuada sí puede afectar a la fertilidad.

Alimentos que contienen antioxidantes son: naranjas, limones, kiwis, melón, grosellas, arándanos, fresas, ciruelas, frutos secos, ajo, col rizada, coles de Bruselas, brócoli, coliflor, pimientos, tomate, espinacas, etc.

  • Vitaminas del Grupo B: Fundamentales para la ovulación y la implantación, además de ser imprescindibles para el control hormonal y el desarrollo fetal. Sin embargo, como son hidrosolubles se pierden con facilidad, y ciertos aspectos del estilo de vida como el estrés, el alcohol, etc, pueden agotar sus reservas. Dentro de estas vitaminas tenemos el conocido Ácido Fólico, que ayuda a prevenir los defectos del tubo neural. Estos defectos suelen tener lugar en el primer mes de gestación por lo que hay que asegurarse una cantidad suficiente antes de concebir y seguir haciéndolo durante todo el embarazo. Además, el ácido fólico, se encarga de estimular el desarrollo de las hormonas sexuales femeninas.

Alimentos que contienen Vitaminas del Grupo B: Legumbres, vegetales de hoja verde, cereales, plátanos, semillas, aguacates, sardinas, huevos, trucha, cordero, frutos secos, especialmente las avellanas y las nueces, etc.

  • Calcio: La mayor parte de las células del organismo emplean calcio. No sólo mantiene los huesos y los dientes fuertes y sanos sino que ayuda a mantener los músculos y los sistemas nervioso y circulatorio en perfectas condiciones. Si el organismo no recibe la cantidad suficiente de calcio lo extraerá de los huesos pudiendo debilitarlos.

Alimentos que contienen Calcio: productos lácteos, espinacas, brócoli, berros, col, crustáceos, naranjas, semillas de sésamo, sardinas, atún, almendras, etc.

  • DHA: Es un componente esencial del cerebro, los ojos y las neuronas. Es un ácido esencial Omega-3, fundamental para el equilibrio hormonal, el sistema inmunitario y la salud de los ovarios, óvulos y esperma. Nuestro cuerpo es incapaz de fabricarlo y ocho de cada diez mujeres tienen deficiencias de ácidos grasos esenciales. Hacen falta tres meses para acumular reservas en el organismo de tan importante componente. Unos óvulos sanos y viables necesitan DHA para crecer y desarrollarse, además también ayudan a bajar la presión sanguínea de la madre, prolongar la gestación y asegurar el crecimiento del bebé

Alimentos que contienen DHA: Marisco, pescados de aguas frías (salmón, sardinas, atún, caballa, bacalao…), algas, nueces, pipas de calabaza, aguacates, verduras de hoja verde, etc.

  • Hierro: Unos niveles insuficientes de hierro al comienzo del embarazo pueden incrementar el riesgo de desarrollar anemia posparto, reduciendo, entre otras cosas, la energía de la futura mamá.

Alimentos que contienen hierro: Carne magra, pescado, pollo, huevos, algas, brécol, espinacas, perejil, mariscos de concha, legumbres, frutos secos, uva, mango, etc.

Además de tomar alimentos ricos en hierro, hay que seleccionar otros que favorezcan una mayor absorción de ese hierro, por ejemplo los alimentos ricos en vitamina C, presente en los cítricos, tomate, pimiento o perejil, ayudan a que se absorba con mayor eficacia, debiendo dejar de lado los productos con calcio después de una comida rica en este componente, ya que disminuye esa absorción.

  • Fibra: Estimula el funcionamiento de tu organismo, ayudando a lograr la concepción y el futuro desarrollo fetal. Según los expertos, una dieta alta en fibra, baja en grasa y azúcar desde una edad temprana, ayudará a reducir los riesgos en la edad adulta de padecer Síndrome de Ovario Poliquístico.

Alimentos que contienen Fibra: Cereales, alcachofa, espinacas, acelgas, higos, ciruela, dátil, legumbres, frutos secos, etc.

  • Zinc: Este mineral contribuye a la división celular que se lleva a cabo durante el proceso de desarrollo del feto, mientras que su carencia puede disminuir la producción de óvulos saludables. Es el único mineral que ha demostrado lograr un incremento de las tasas de fertilidad.

Alimentos que contienen Zinc: carne magra, pollo, marisco, huevos, pipas de girasol, pipas de calabaza, nueces, cereales, jengibre, levadura de cerveza, etc.

  • Agua: A la hora de concebir es muy importante la ingesta de grandes cantidades de líquidos, ya que necesitas estar hidratada. Es aconsejable llegar al menos a los 2 litros de agua o combinarla con zumos naturales.

Alimentos que debes evitar:

Elimina sustancias como el alcohol, conservantes ó edulcorantes (aspartamo) evitando bebidas light, especialmente las de cola, ya que además cuentan con cafeína, que contrae los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo sanguíneo que se dirige al útero y que evita que los óvulos se adhieran a las paredes uterinas.

Una dieta desequilibrada puede influir también negativamente en la posibilidad de tener un hijo. Las dietas de adelgazamiento prolongadas y más aún si son drásticas y sin control médico pueden ser una de las causas de infertilidad femenina, ya que suelen excluir algunos alimentos, privando de esta manera al organismo de ciertos grupos de nutrientes básicos necesarios para el buen funcionamiento del aparato reproductor femenino.

La fertilidad masculina

Dado que la concepción no es sólo cosa de uno debemos atender también a la dieta del hombre, ya que existen nutrientes fundamentales para garantizar la salud del esperma. Así el futuro papá tendrá que llevar una dieta rica en los siguientes componentes:

– Zinc: Favorece la producción de espermatozoides, es necesario para construir la capa externa y la cola de éstos. Este mineral se pierde con cada eyaculación, por lo que una vida sexual activa y una dieta pobre en zinc puede ser causa de infertilidad en muchos hombres.

– Selenio: Tiene propiedades antioxidantes que pueden mejorar la movilidad del esperma.

Vitamina C: Protege al esperma de los daños de la oxidación, especialmente en aquellos hombres que fuman.

DHA: El semen contiene grandes cantidades de DHA, necesario para vigorizar el esperma y aumentar su motilidad.

– Vitamina B12: Es precisa para mantener la fertilidad. Mejora el recuento espermático.