La madre:

La mayoría de las mujeres no perciben señales de embarazo y sólo lo descubren por el retraso de la regla, aunque hay mujeres que notan cambios hormonales enseguida. Sea como fuere, estos son los síntomas de embarazo más comunes que se pueden experimentar en las primeras semanas:

  • Fatiga
  • Náuseas y vómitos (sobre todo al levantarte por la mañana)
  • Aumento del volumen de los pechos
  • Más ganas de orinar (dado que el crecimiento del útero ejerce presión sobre la vejiga)
  • Presión en la pelvis y la cadera
  • Sentido del olfato más desarrollado de lo habitual
  • Inestabilidad en el estado emocional.

En cualquier caso es importante tratar de olvidar miedos e inseguridades e intentar tener una actitud positiva por que el embarazo es una etapa única de la vida.

El óvulo fertilizado empieza a dividirse tan sólo un día después de haber sido fecundado. La división continúa los siguientes días y se forma una bola, llamada blastocito, que en los primeros cuatro días puede llegar a tener más de 100 células.

El bebe:

A los cinco días, las células empiezan a separarse en dos grupos. El grupo de células del aro exterior formará la placenta que acogerá al bebé mientras que dure el embarazo, y las células del aro interior se convertirán en el embrión en sí mismo. Estas células interiores son

las llamadas células madre, que tienen la extraordinaria capacidad de transformarse en más de 200 clases de células de cualquier parte del cuerpo.

A los siete días, el óvulo fertilizado desciende por las trompas de Falopio y llega hasta el úteroque será su refugio en los próximos nueve meses.