No todas las mujeres siguen manteniendo relaciones sexuales con su pareja cuando se quedan embarazadas. Unas influidas por los cambios hormonales y otras por miedos a provocar algún daño en el bebé reducen su actividad sexual. Pero hay que despojarse de esos prejuicios porque no hay estudios científicos que demuestren que mantener relaciones sexuales durante la gestación perjudique o beneficie la salud de la mujer ni la del bebé.

Lo que sí está demostrado es que a mayor bienestar en todos los ámbitos de la vida de una embarazada mejor salud. Es decir, si no existe prescripción médica que indique lo contrario, buscar el placer sexual contribuye al bienestar de la pareja, y especialmente, al de la embarazada, que estará más relajada, se sentirá más querida y deseable a pesar de los cambios que está sufriendo su cuerpo, y ayuda a que el embarazo no sea la interrupción de la afectividad. Por tanto, si el entorno está bien la mujer se sentirá bien.

Para que todo vaya como la seda en una de las etapas más importantes y felices de la vida de una pareja, como son los nueve meses de embarazo, vamos a despejar dudas y acabar con muchos mitos sobre el sexo en el embarazo:

1. Hacer el amor en las últimas semanas de gestación adelanta el parto: Falso. Cuando el embarazo está ya a término, el orgasmo puede estimular a que haya contracciones, pero que estas continúen… no es tan fácil. No sólo las contracciones desencadenan el parto, se tienen que juntar muchas más cosas.

 2. No se deben tener relaciones sexuales durante el primer y último trimestre de embarazo: Falso. Siempre y cuando no exista alguna patología que por prudencia así lo aconseje su especialista, como pueden ser: amenaza de aborto, amenaza de parto prematuro, placenta previa sangrante en la segunda mitad de la gestación o la rotura prematura de las membranas, en general, si hay un sangrado de origen genital.

3. Conviene utilizar preservativo: Falso. Salvo que exista algún riesgo de transmisión de una enfermedad sexual infecciosa.

4. Disminuye el deseo sexual a medida que avanza el embarazo: Verdadero. Estudios recientes indican una pérdida o disminución del deseo sexual de forma progresiva a lo largo de todo el embarazo. El origen de esta disminución de la líbido es incierto aunque probablemente tenga un influjo hormonal importante.

Lo que sí está demostrado es que el apetito sexual disminuye durante el postparto y durante el primer año después del nacimiento del niño.

5. Hay que evitar gestos, caricias… más fogosos: Falso. A excepción de aquellos casos en los que haya patología que requiera por prudencia un cese o disminución de la actividad sexual. Lo que sí se recomienda, sobre todo, que si se practican relaciones con penetración el impacto sobre el cuello del útero no sea especialmente violento. En cualquier caso y a tenor de esto, téngase siempre en cuenta que la sexualidad es algo más que el coito y que se puede tener una vida sexual plena sin tener que recurrir a la penetración cuando esta esté contraindicada.

La mejor manera de disfrutar de tu sexualidad, es informándote correctamente. Si te surge cualquier duda o inquietud, no temas acudir a tu especialista y consultarlo con él, no hay pregunta tonta cuando se trata de tu salud y la de tu hijo.