Sentir como se mueve tu bebé dentro de la barriga es uno de los momentos más maravillosos cuando se esta embarazada. Además de ser tranquilizador y un momento para compartir en pareja, puede ser el inicio de la vinculación afectiva con nuestro hijo.

¿Cuándo empezaré a sentir el movimiento de mi bebé?

Lo más probable es que no empieces a sentir los movimientos de tu bebé hasta que estés entre las semanas 16 y 22 del embarazo, aunque tu pequeño ya se ha estado moviendo desde la séptima u octava semana. Es posible que lo hayas visto hacer sus volteretas antes de que empieces a sentirlas si te han hecho un ultrasonido.

Las mamás veteranas suelen percibir con mayor facilidad los movimientos tempranos y suaves que las mamás primerizas. Esto se debe a que las mujeres que ya han tenido otros embarazos son capaces de distinguir mejor entre estas sutiles pataditas y otros movimientos intestinales, como los que son provocados por los gases.

Por otro lado, hacia la semana 36 el cuerpo reabsorbe parte del líquido amniótico, haciendo que disminuya la cantidad que rodea al feto y reduciendo el espacio que tiene el bebé para moverse. Es posible que notemos una diferencia en la sensación de sus movimientos sin que esto conlleve algún problema.

¿Qué se siente?

Muchas mamás describen esta sensación como palomitas de maíz reventando, un pez nadando de un lado a otro, o una mariposa aleteando en su barriga.

Las primeras veces, seguramente ignorarás esos leves toques y movimientos, y los atribuirás al hambre o a los gases. Pero a medida que los sientas con más frecuencia empezarás a notar la diferencia. Será más fácil distinguir esos primeros movimientos cuando estés tranquilamente sentada o acostada.

¿Cómo se mueve el bebé?

La percepción de los movimientos del feto es una experiencia muy personal difícil de explicar. Algunas mujeres los describen como el batir de las alas de una mariposa, otras como una caricia suave dentro del abdomen y otras como la sensación de algo que está flotando o nadando en nuestro interior.

Sentimos más al bebé cuando estamos en reposo o después de haber ingerido algún alimento o bebida dulce. Si queremos reconocer sus primeros movimientos, podemos colocarnos semisentadas, con las manos por debajo del ombligo, concentrándonos en lo que sentimos. Según vaya avanzando el embarazo, estos movimientos tan sutiles, se transformarán en las famosas “pataditas” que nos llenarán de orgullo y felicidad durante el resto de la gestación (y que seguramente nos despertarán alguna noche).