La Menopausia es una etapa más del ciclo vital de la mujer, aunque a veces es de las más temidas, porque implica el fin de la etapa fértil y por los síntomas que desencadena. Normalmente aparece entre los 45 y los 55 años, aunque se puede anticipar por razones genéticas o quirúrgicas, y se produce cuando la mujer no tiene la menstruación durante al menos doce meses seguidos.

De forma progresiva, los ovarios dejan de funcionar, lo que significa que dejan de producir hormonas (estrógenos y progesterona) y, en el 85% de las mujeres las consecuencias son sofocos o calores en la cara, el cuello y el pecho; sudores nocturnos, pérdida de calcio en los huesos, cambios vaginales, además de nerviosismo, irritabilidad, insomnio, incremento del peso y, a menudo, una disminución del estado de ánimo, explica el doctor Francés Baró, coordinador de la sección de menopausia de la Societat Catalana D’Obstetricia y Ginecología.

De este 85% de mujeres, el 70% experimentará estos cambios durante unos 3 años, mientras que el 30% restante “puede padecerlos hasta la vejez”, añade el doctor Baró. Si tenemos en cuenta que la edad media de la menopausia es de 51 años, es importante intentar mitigar estos síntomas que desaparecen con el tiempo.

LAS MOLESTIAS

Según datos de la asociación española de estudio de la menopausia, la llegada del nuevo periodo lleva consigo un aumento de peso del 6%, y un incremento de la grasa corporal del 17%. Los motivos son diversos; por un lado, en esta etapa el organismo necesita menos energía y tiende a almacenar grasa, especialmente en la zona abdominal- aumentando el riesgo cardiovascular y el de padecer diabetes-, y por otro suele generar angustia y estrés debido al desconocimiento que con frecuencia llevan a comer más.

ENTRE SIETE Y OCHO KILOS

Para controlar el incremento de peso, que suele ser de unos siete u ocho kilos. El doctor baró recomienda que la mujer sea más estricta en la dieta y practique algún tipo de ejercicio físico. También es positivo intentar perder algo de peso antes de llegar a la cincuentena. Para las otras molestias, es aconsejable evitar los cambios de temperatura, evitar los estimulantes de la dieta (café, té, picantes, etc.), y consumir soja (rica en isoflavonas, un tipo de fitoestrógenos que alivia los efectos de la menopausia), además de aceite de onagra e infusiones de salvia o valeriana.

Si la sintomatología es muy frecuente, entonces es aconsejable iniciar un tratamiento hormonal donde se receta a la mujer estrógenos   o estrógenos con progestágenos. Al igual que sucede con otros medicamentos, el tratamiento de hormonas tiene riesgos y beneficios.

Artículo publicado en La Vanguardia.